Félix Sáenz Calvo
Nació en San Román de Cameros, La Rioja en 1859. Fue empresario, diputado, senador vitalicio y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Málaga.
Compartió cuna con Manuel Agustín Heredia y el primer marqués de Larios. Y del pequeño Valle de Cameros de Logroño desembarcó en la capital, donde abrió Almacenes Félix Sáenz, el almacén de los malagueños, que pasará a la historia por ser el primero en tener escaleras mecánicas y poder usar tarjetas de crédito. Un negocio que ha subsistido un siglo. El edificio que lo albergaba es de estilo neobarroco, obra de Manuel Rivera Vera, situado en la confluencia de la calle Sebastián Souvirón y la plaza de Félix Sáenz.
Su evolución en el comercio malagueño iba ligada a un solo objetivo: Vender más barato y vender más. Ahí radicaba precisamente el secreto de su éxito y su capacidad para llegar con su género a todo tipo de públicos. Pero para vender barato y vender más, había que comprar mucho, y don Félix lo hacía hasta el punto de que cuando el empresario adquiría el género para su comercio en Cataluña sus movimientos comerciales hacían oscilar la Bolsa de Barcelona.
El ocaso de Félix Sáenz, cuyo comercio fue regentado por tres generaciones, llegó con el final de siglo y la proliferación de nuevas formas de compra y modelos de franquicia.
En el Paseo de Reding, se encuentra un edificio de viviendas que él mismo mandó construir, siendo obra de Fernando Guerrero Strachan.
Fallece debido a problemas cardiacos en 1926, en su casa del Limonar, Málaga, conocida como "Parque Rosario".
Sus restos mortales descansan en su panteón familiar en el cementerio de San Miguel, una obra de gran valor arquitectónico de Antonio Palacios Ramilo y el escultor Francisco Palma García.
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