La Fuente de los Genoveses en Plaza de la Constitución
La Fuente Renacentista que cambia de lugar y de nombre
La fuente de Génova, de Carlos V, de Neptuno, o de los Cisnes, que es como está recogida en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, es una obra manierista de mármol, encargada por el emperador Carlos V a unos maestros genoveses para embellecer la plaza de las Cuatro Calles, actual plaza de la Constitución. Llegó a Málaga en 1554 y fue instalada en dicha plaza, siendo movida de un extremo a otro según las necesidades urbanísticas.
Cuenta la leyenda romántica que dicha fuente fue incautada por Bernardino de Mendoza a unos piratas turcos al mando del mismísimo Barbarroja, que a su vez la había capturado cuando venía hacía Málaga.
El emperador Carlos V la dividió en dos partes por considerarla grande, mandando la parte inferior a Úbeda y quedando en Málaga la parte superior con el águila incluida.
En el siglo XVII fue restaurada, estilizada y enriquecida escultóricamente. Fue en 1805 cuando ya inaugurada la Alameda Principal, el gobernador Jaime Moreno propuso trasladarla hasta allí, al igual que hizo su sucesor Teodoro Reding. Dos años después fue ubicada en el extremo oriental de la vía, el más cercano al puerto. Siendo en 1898 reubicada en el extremo occidental, dejando su sitio al monumento al Marqués de Larios. En 1924, un año antes de abrir al tráfico el eje central de la Alameda, la fuente sería trasladada de nuevo. En este caso al sector meridional del Parque, en una rotonda con vegetación frondosa y cerca de un estanque de patos y cisnes.
A finales de 2002 regresó a la Plaza de la Constitución, siendo colocada descentrada para poder dar lugar a los diferentes eventos que se realizan en esa plaza.
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