Origen de la Calle Larios
300 metros de lujo en el corazón de Málaga
Se inicia esta calle en la Plaza de la Constitución para continuar hasta la glorieta del Marqués de Larios. Mide la calle 300 metros de longitud y 16 metros de ancho. Lleva el nombre de Marqués de Larios en honor de Manuel Domingo Larios, segundo Marqués de Larios. El primer proyecto para la apertura de la calle Larios fue realizado por el ingeniero José María Sancha, aunque más tarde fue modificado para tener el trazado actual. Ese primer proyecto trazaba la calle que partía como ahora desde la Plaza de la Constitución, pero discurría por calle Toril, Salinas, Desengaño (ahora Strachan) Plaza del Obispo, Sancha de Lara y San Juan de Dios.
El 1 de Mayo de 1880 siendo alcalde de Málaga, el cartameño Alarcón Lujan, el Ayuntamiento hizo públicas las bases de una Sociedad Anónima para promover la construcción de la calle. El capital de la misma se fijó en un millón de pesetas, que se distribuyeron en cuarenta acciones de 25.000 pesetas cada una. Las primeras acciones fueron vendidas a la Sociedad Hijos de Manuel Heredia, Hijos de Manuel Larios, Antonio Campos Garín, Jorge Loring y Simón Castell. Por acuerdo del 11 de Mayo de 1887 con el Ayuntamiento y siendo alcalde Liborio García, la responsabilidad de las obras quedaron en manos de la Casa Larios.
Los edificios no debían de tener más de 20 metros de altura, las obras deberían realizarse en solo cuatro años y el terreno que debía ocupar la calle (4.800 metros cuadrados) quedaba a favor de la ciudad. Para la realización del proyecto se expropiaron casas de las calles Siete Revueltas, San Juan de los Reyes, Callejón de Gato, Almacenes, Callejón del Fraile, Callejón del Perro, San Bernardo el Viejo, Salinas, Postas, Espartería y Don Juan Díaz.
El día 15 de Mayo de 1887 se inician las obras, el arquitecto Eduardo Strachan Viana-Cárdenas permaneció al pie de obras día tras día dirigiendo de manera personal a los 1200 trabajadores albañiles, canteros, plomeros, carpinteros, ferrallistas y de otras especialidades relacionadas con el gremio de la construcción, contratados por José Hidalgo Espildora, que al pasar los años habría de convertirse en propietario de la Fabril Malagueña y presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación.
Trabajo en la construcción de calle Larios, Don Antonio Baena Gómez, que con el tiempo se independizaría como constructor y que además fue el primer presidente de la Agrupación de Cofradías. La nueva calle fue entregada al Ayuntamiento, ya entonces presidido por el alcalde Sebastián Souvirón Torres, el 27 de Agosto de 1891. La bendición corrió a cargo del obispo de la diócesis Marcelo Spínola y Maestre, más tarde nombrado arzobispo de Sevilla. Por la Casa Larios, ante la ausencia del marqués dio las gracias el apoderado general Antonio Jiménez Astorga. El primer adoquinado se hizo con tarugos cuadrados de madera, que daban al suelo de la calle aspecto de elegante parquet. Dieciséis años después, en Septiembre de 1907, la histórica “riada” que se produjo al desbordarse el Rio Guadalmedina, levantó los tarugos de madera que hubieron de ser sustituidos por otros de granito. En el año 2002 siendo alcalde Francisco de la Torre Prados, y tras una profunda remodelación se reinauguró la nueva calle peatonal, así como la de la Plaza de la Constitución.
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